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lunes, 17 de octubre de 2011

el truco está en vivir, y tú no lo sabes

Hace unos siglos creían que la felicidad se regía por dejarte llevar, por tus pasiones, sueños, cometer locuras y vivir la vida como si nada fuese a estropearla. Hace poco esa mentalidad cambió radicalmente: haz caso a la razón y no al corazón. Piensa las cosas dos veces y serás feliz por hacer lo correcto.
Creo que ese es el problema de lo que me pasa. Hacer demasiado caso a la razón no es saludable por que lo que realmente alimenta a nuestra felicidad es llevar a cabo esos planes locos que tenemos todos en la cabeza. Unos quieren escaparse, otros dejarlo todo por la música, otros igual quieren gastarse todos sus ahorros en un coche de lujo. Yo en cambio creo que para ser feliz tienes que hacer lo que sientas y disfrutar de las oportunidades que te brinda la vida, cometer alguna que otra locura pero jamás perder la consciencia de tus actos. Ni negro ni blanco, algo intermedio.
La felicidad no se puede definir, no tiene límite, no hay un número exacto de felicidad del que si te pasas mueras por sobredosis. ¡Ojalá me chutasen una sobredosis de alegría! Ser feliz se resume en hacer lo que sientas que debes hacer. No te pares a pensar algo dos veces, por que ya no lo harás. No creas que no puedes, cambia esa actitud por un ''puedo y lo haré''. Somos seres imperfectos en busca de la perfección, yo propondría una cosa, deja de intentar gustar al mundo y gustate a ti, deja de menospreciarte, deja de creer en imposibles pero sobre todo, deja de creer que no es el momento de ser feliz.